La carta batimétrica representa la forma del fondo de un cuerpo de agua, normalmente por medio de líneas de profundidad, llamadas isobatas, que son las líneas que unen una misma profundidad, las líneas isobáticas son los veriles que nos indican la profundidad en las cartas de navegación.
Un mapa o carta batimétricos muestra entonces el relieve del fondo o terreno como isogramas, y puede también dar información adicional de navegación en superficie.
Sondadores hidrográficos multihaz y monohaz |
Esta técnica era muy limitada ya que medía la profundidad en un solo punto cada vez. A esto se le debe sumar la impresición pues la medición estaba sujeta a los movimientos del barco, las mareas, y las corrientes que podían afectar al cable.
Actualmente para la realización de mapas batimétricos se utiliza un sonar montado bajo la quilla o en el lateral de un buque, que lanza una onda de sonido hacia el fondo marino. La cantidad de tiempo que tarda el sonido en ir a través del agua, rebotar en el fondo y volver, informa al equipo de la profundidad real. Años atrás, se podía calcular la media de cada uno de los impulsos individuales de un sonar para confeccionar un mapa continuo en lugar de una medición de puntos. Hoy día se puede usar un sonar de barrido ancho, consistente en docenas de ondas simultáneas, muy estrechas y adyacentes entre sí, formando un abanico de entre 90 y 180 grados.
El abanico de ondas sonoras formado por los sonares de barrido ancho permite una resolución y precisión muy altas. En general, aunque depende de la profundidad, permite a un buque cubrir mucha más superficie del fondo marino que a base de mediciones individuales. Las ondas se actualizan muchas veces por segundo, lo que permite al buque hacer pasadas mucho más rápidas, manteniendo una cobertura del fondo del 100 %.
Sensores adicionales corrigen la señal dependiendo de la inclinación y el movimiento del buque, y un girocompás proporciona información exacta de la dirección de la nave. Adicionalmente, un sistema GPS puede especificar de forma exacta la posición del buque. Se emplean también mediciones exactas de la velocidad del sonido en el agua para calcular la refracción de las ondas de sonido al atravesar capas de agua con distinta temperatura, conductividad y presión. Un sistema informático procesa todos los datos, corrigiendo según cada uno de los factores, así como por el ángulo de cada rayo individual, dicho sistema genera así una carta batimétrica de manera automática.
Ejemplo de una Carta Batimétrica, en este caso de un lago de Brasil |